Con más de 7.000 millones de habitantes en el planeta Tierra, vivimos en un mundo plural, marcado por las diferencias culturales, por la globalización y las nuevas tecnologías de la información, que nos permiten llegar a cualquier punto del mundo en tan solo unos instantes.
¿Cómo hacen frente al futuro las personas mayores?
Frente al carácter tecnológico de los retos que la sociedad ha afrontado los últimos siglos, en la actualidad, la dificultad que se plantea tiene un matiz algo diferente; también relacionada con el bienestar de la sociedad, es el reto de la longevidad.
El envejecimiento de la población es un hecho innegable que afecta en su mayoría al hemisferio norte del planeta –es decir, a las zonas desarrolladas, exceptuando Oceanía- y que plantea un importante dilema moral; hasta qué punto es posible alargar la vida con un bienestar requerido mínimo. Más allá de un plano ético, el incremento de la esperanza de vida propone problemas también operacionales y más técnicos, como el soporte físico y de personal con el que se debe asistir a estas personas mayores y el tratamiento de enfermedades a partir de un coste financiado, que puede llegar a ser insoportable para la estructura de un país.
Ante la tentativa de detenernos a analizar las consecuencias que la desestabilización de la pirámide poblacional pueda tener, vamos a centrarnos en una perspectiva de tiempo más a corto plazo. Y es que, por mucho que el futuro nos preocupe, no podemos evitar asimilar lo que tenemos en frente: un panorama ya liderado por una sociedad mayor, con cada vez menos descendientes que atender sus necesidades.
Cada vez es menor la proporción de niños y población joven, a la cual va ganando terreno la población de mayor edad. De hecho, se estima que en España pronto sea mayor el porcentaje de personas mayores de 65 años, que el de niños menores de cinco; algo insólito que jamás había pasado en nuestro país. Mientras tanto, las personas mayores van quedando desatendidas y es que, según estudios recientes, en algunos países de Europa, más de la mitad del colectivo de mujeres de mayor de 65 años viven solas. Especial cuidado hay que tener con este problema que nos acecha llamado soledad, que posee consecuencias para la salud más graves de lo que muchas veces pudiéramos imaginar. Ya nuestro post “La importancia de cuidar a nuestros mayores” revelábamos la magnitud que puede acarrear un problema descontrolado en cuanto a población envejecida y sin atención.
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