Cuando decides emprender, uno de los primeros pasos importantes es elegir la forma jurídica adecuada para tu negocio. Esta decisión influirá en aspectos fundamentales como la fiscalidad, la responsabilidad legal y las posibilidades de crecimiento de tu empresa. En españa existen diferentes tipos de forma jurídica pero en este blog vamos a hablarte de los dos más comunes.
Analizaremos las principales diferencias entre ser autónomo y constituir una Sociedad Limitada (SL), así como los pasos necesarios para formalizar tu negocio en cada caso. Además, si estás interesado en conocer más sobre cómo montar una franquicia puedes revisar nuestros otros artículos.
Diferencias entre ser Autónomo o Sociedad Limitada
Responsabilidad frente a terceros
Uno de los aspectos más importantes al elegir entre autónomo y Sociedad Limitada es el nivel de responsabilidad que asumes:
• Autónomo: Responde ilimitadamente con su patrimonio personal ante deudas o reclamaciones. Esto significa que si el negocio no va bien y acumulas deudas, podrías perder tus bienes personales, como tu casa o tu coche.
• Sociedad Limitada: La responsabilidad está limitada al capital social de la empresa. Es decir, si la empresa tiene problemas financieros, tus bienes personales no se verán afectados, siempre que no hayas avalado de manera personal.
Si vas a emprender con una inversión inicial pequeña y sin grandes riesgos, empezar como autónomo puede ser una opción viable. Sin embargo, si planeas contratar empleados, acceder a financiación o proteger tu patrimonio personal, constituir una SL es una alternativa más segura.
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Costes y trámites de la constitución
Darse de alta como autónomo es un proceso sencillo y rápido. Puedes realizar los trámites en cuestión de días e iniciar tu actividad sin demasiadas complicaciones.
Pasos para darte de alta como autónomo
1. Alta en Hacienda (Modelo 036 o 037): Debes presentar el modelo 036 o 037 para inscribirte en el Censo de Empresarios y elegir tu régimen de tributación.
2. Alta en la Seguridad Social (RETA): Debes inscribirte en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) dentro de los 60 días previos al inicio de tu actividad.
3. Licencias y permisos: Dependiendo del tipo de actividad, puede ser necesario obtener licencias municipales, como la licencia de apertura.
💰 Coste estimado: La gestión puede ser gratuita si lo haces por tu cuenta, aunque contar con un asesor puede suponer un coste adicional.
Pasos para constituir una Sociedad Limitada (SL)
1. Certificación de denominación social: Se solicita en el Registro Mercantil para asegurarte de que el nombre de la empresa está disponible.
2. Apertura de una cuenta bancaria: Debes ingresar el capital social mínimo de 3.000€.
3. Redacción de los estatutos: Documento donde se establecen las normas internas de la sociedad.
4. Firma ante notario: Se otorga la escritura pública de constitución.
5. Inscripción en el Registro Mercantil: La SL obtiene personalidad jurídica propia.
6. Alta en Hacienda y Seguridad Social: Al igual que los autónomos, es necesario registrarse en el IAE (Impuesto de Actividades Económicas) y afiliar a la empresa en la Seguridad Social.
💰 Coste estimado: Entre 600€ y 1.200€, dependiendo de los honorarios de gestoría, notaría y tasas.
Si buscas rapidez y sencillez, empezar como autónomo es más recomendable. Sin embargo, si tienes un plan de negocio sólido y prevés un crecimiento a medio o largo plazo, crear una SL puede ser una mejor inversión.
Obligaciones fiscales y presentación de impuestos
Uno de los aspectos clave a la hora de decidir entre ser autónomo o constituir una SL son las diferencias en la presentación de impuestos y las obligaciones fiscales. Ambos tienen responsabilidades tributarias, pero el nivel de exigencia administrativa varía considerablemente.
Obligaciones fiscales de los autónomos
Los autónomos deben cumplir con la presentación de impuestos de manera trimestral y anual. Sus principales obligaciones son:
- IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas): Se tributa en función de los ingresos obtenidos. Se presenta trimestralmente mediante el modelo 130 (régimen de estimación directa) o el modelo 131 (módulos).
- IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido): Se liquida trimestralmente a través del modelo 303 y de manera anual con el modelo 390.
- Retenciones e ingresos a cuenta: Si el autónomo tiene empleados o subcontrata servicios con retención, debe presentar el modelo 111 para las retenciones del IRPF de trabajadores y profesionales.
- Declaración anual de operaciones con terceros: Si factura más de 3.005,06€ a un cliente o proveedor, debe presentar el modelo 347.
Los autónomos tienen un sistema fiscal más sencillo que el de una SL, pero la tributación por IRPF puede ser elevada cuando los ingresos crecen.
Obligaciones fiscales de una Sociedad Limitada (SL)
Las empresas tienen una carga administrativa mayor y deben presentar varios modelos fiscales, incluyendo:
- Impuesto de Sociedades (IS): En lugar de pagar IRPF, una SL tributa por el Impuesto de Sociedades con un tipo fijo del 15% en los dos primeros años y 25% posteriormente. Se presenta anualmente a través del modelo 200.
- IVA: Igual que los autónomos, las SL deben presentar trimestralmente el modelo 303 y la declaración anual con el modelo 390.
- Retenciones e ingresos a cuenta: Si la empresa tiene empleados o subcontrata profesionales con retención, debe presentar el modelo 111 (trimestral) y el modelo 190 (resumen anual).
- Pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades: Si la SL supera ciertos ingresos, debe presentar el modelo 202 trimestralmente para adelantar parte del Impuesto de Sociedades.
- Declaración anual de operaciones con terceros: Si hay transacciones superiores a 3.005,06€ con algún proveedor o cliente, se presenta el modelo 347.
- Cuentas anuales y libros contables: Las sociedades deben presentar sus cuentas anuales en el Registro Mercantil y llevar una contabilidad más detallada conforme al Plan General Contable.
¿Qué opción es mejor una Sociedad Limitada o ser autónomo?
Cada emprendedor tiene una situación diferente, por lo que no hay una respuesta universal sobre qué opción es mejor. En algunos casos, empezar como autónomo puede ser la mejor alternativa por la rapidez y el menor coste inicial, mientras que en otros, una SL es más conveniente para proteger el patrimonio personal y estructurar un negocio con mayor proyección.
Es recomendable dejarse asesorar por profesionales especializados que puedan analizar tu situación personal y orientarte sobre la mejor elección. Además, existen diversas ayudas al emprendimiento, como la tarifa plana para nuevos autónomos, deducciones fiscales y subvenciones para la creación de empresas, que pueden influir en tu decisión.